Caminando por la Tierra de Santiago

Por Ricardo Montalvo Cabanillas

A través del tiempo, muchos han tenido la oportunidad de visitar la bella zona de Galicia, pero desconocen sus historias, leyendas y vivencias.  Precisamente en esta tierra ibérica se encuentra el Camino de Santiago compuesto de ocho distintas rutas con variada intensidad y distancia. El mismo atrae peregrinos de todo el mundo para recorrer caminos llenos de historia y bellas estampas.

El área de Galicia en España, es una región que tiene mucha historia, donde se confunden la herencia árabe, con todas las influencias de sus antecesores de la época vikinga y sucesores en la época de la evangelización cristiana.  También su idioma el gallego, es fonéticamente parecido al portugués lo que le hace bastante fácil de seguir en español.  Además, es bueno resaltar lo amistoso y hospitalarios que son las personas que habitan en esta zona.

Los visitantes a esta región, se quedan maravillados con los bellos paisajes que predominan en Galicia, donde podemos ver que todos los habitantes aprovechan las bondades de la tierra al máximo.  Sin importar hacia donde se mire, se ve a simple vista cómo las tierras están llenas de cultivos que adornan el contorno natural de estos pueblos.  Algunas de las siembras que predominan aquí, lo son el maíz, tomates, uvas, pimientos, berenjenas, sin dejar de mencionar las bellas flores que crecen en la región, como el girasol, rosales, petunias, lavandas, hortensias, entre otras.

Mientras se continúa con este recorrido maravilloso por Galicia te percatas de varios símbolos distintivos que captan la atención, estos son la Concha y flechas direccionales de color amarillo.  Estos signos, marcan la ruta por donde miles de personas simplemente caminan cada año.  El porqué o la razón que impulsa a todos los que caminan, sin duda es un motivo muy especial, personal, en donde cada individuo sabe su propósito para hacerlo, pero el tener la oportunidad de recorrer por El Camino de Santiago, le ha permitido a muchos alcanzar una gran paz interior.

A toda aquella persona que hace una de las rutas del Camino de Santiago, se le conoce como peregrino, que significa, aquel que camina por tierras extrañas.  Las miles de personas que visitan estos caminos anualmente, de los 5 continentes del mundo, se encuentran en un ambiente de paz, confraternización y armonía, en donde todos los peregrinos se saludan, sin importar su idioma y mejor aun, los gallegos brindan su hospitalidad a estos, ya sea con un simple saludo, comida o albergue.  En lo personal, recorrí el Camino Portugués, con unos 117 km comenzando en Tui y haciendo paradas Redondela, Pontevedra, Caldas de Rei, Padrón, Milladoiro y finalmente llegando a Santiago de Compostela.

Es curioso, como cada mañana se les ve a los peregrinos por estas zonas (ya que es el mejor momento para caminar por el fresco) y aunque la meta es llegar a Santiago de Compostela, el objetivo no es hacerlo en el menor tiempo posible, sino disfrutar de todas las oportunidades que te ofrece el camino, como la tranquilidad, las vistas, la gente, los aromas y sobre todo el tiempo que disfrutas contigo mismo.  En este tiempo la velocidad del mundo se reduce a los pasos que puedas dar y no a lo agitado o rápido que pretendemos llevar nuestras vidas.  Es fascinante vivir la experiencia de cómo este recorrido te ayuda a centrarte, ubicar tus prioridades, valorar lo que merece valor e importancia a lo que es importante.

Los exhorto, a que en algún momento de su vida realicen tan impactante y gratificante experiencia.  Si se animan, el lector viajero es parte del equipo de la Agencia de Viajes Pasaje Cultural, especialistas en viajes grupales  acompañados e individuales a cualquier parte del mundo.